El té en las alturas, Tibet.

Este verano durante mis vacaciones he vuelto a Asia, una zona del mundo donde me encanta viajar siempre, por la tranquilidad que se respira en cualquier rincón y que es muy fácil se nos transmita durante el viaje, al menos es mi experiencia de los diferentes países que he visitado de esta zona.

Este año me apetecía cruzar Tíbet, cruzarme con las sonrisas que siempre muestran sus habitantes autóctonos (a diferencia de los chinos de etnia Ham que están superpoblando especialmente la capital, Lasha, y que su sonrisa es más bien escasa). Quería ver sus nieves  perpetuas, los Himalaya, el Everest (foto de la portada del articulo), los monasterios con 600 años muchos de ellos, y por supuesto probar, como no, su té.

 

Su forma de prepararlo lo hace muy diferente a cualquier otro té que podamos tomar en cualquier parte del mundo. Para ello utilizan té prensado, habitualmente en forma de una especie de ladrillo, lo dejan hervir un tiempo y le añaden mantequilla de yak y sal, todo se mezcla en un recipiente especial. En restaurantes o lugares de comida no es muy habitual encontrar el té con sal pero si con mantequilla…(¿será de yak?¡¡¡).

Recipiente donde se prepara el té tibetano

Mi experiencia al probarlo (y la de otros compañeros de viaje que se animaron) fue buena en un principio, extraño “por eso” de un té salado pero agradable, claro esto solo me duró el primer cuenco, para el siguiente cuando me ofrecieron repetir ya me parecía demasiado pesado por lo grasiento que resulta a causa de la mantequilla, muy pesado en gusto.

 

Pero tengo que decir que no sé si fue a causa del té pero yo pase una muy buena noche a pesar del mal de altura, estábamos en el campamento base a 5200 m., en un “hotel” – tienda de campaña hecha con pelo de yak, y con un edredón muy calentito. Otros compañeros de viaje no tuvieron tanta suerte ( !!¿no recuerdo si tomaron el té tibetano?!!) y pasaron mala noche. Al día siguiente una pequeña ruta de 9 km para acercarnos un poquito más el Everest, pero estaba algo tímido y no quiso mostrarse en plenitud.